¿Afecta realmente darse una ducha larga al calentamiento global?
La respuesta es si.
Aunque el uso de agua normalmente no se habla tanto en términos de cómo afecta a la huella de carbono, lo hace de manera importante. Cuando abres la llave de tu ducha o del lavamanos, esa agua llega a ti a través de un sistema que requiere de bombas y otros sistemas que permitieron extraer, transportar, distribuir y limpiar el agua para que llegue a tu hogar. También es importante considerar el agua que se trata luego de usarse. Todos estos procesos van generando emisiones de co2 que contribuyen a la huella de carbono.
Agua caliente y la huella de carbono
A pesar de que todo lo anterior influye, el ítem que más suele influir en la huella de carbono asociada al uso de agua en una casa, es la energía que se utiliza para calentar el agua que utilizas en tu casa.
¿Qué tanto afecta el uso del agua en la huella de carbono?
El item del consumo del agua aunque no es tan relevante a nivel global, si lo llevamos a la huella de carbono que genera una casa, se vuelve un item relativamente importante. Se estima que el consumo de agua contribuye entre el 10% y el 15% a la huella de carbono total de la casa.
Consejos para reducir la huella de carbono asociada al uso de agua caliente
Para reducir las emisiones de CO2 relacionadas al uso de agua caliente en la casa, se pueden tomar medidas como:
- Instalar sistemas de calentamiento de agua más eficientes como calentadores solares.
- Utilizar agua caliente de una manera más consciente,
- Reparar cualquier fuga que pudiese haber en las cañerías.
- Utilizar dispositivos que reduzcan el flujo de agua,
- Considerar el uso de energías renovables para cubrir la demanda energética como paneles fotovoltaicos o termos solares.